Finaliza la Semana Santa 2025 para nuestra banda

  Otra Semana Santa llega a su fin, y es momento de hacer balance.

Nuestra semana comenzó con fuerza el Domingo de Ramos en Alcalá de Henares, que nos regaló un momento histórico junto a María Stma. de la Paz y Esperanza en su primera salida. Una procesión llena de emoción y sentimientos que quedará grabada en nuestra memoria. ¡Enhorabuena a la Hermandad de Jesús Despojado por tan magnífica jornada!


El Lunes Santo, el cielo quiso acompañar a María Stma. de la Salud de una forma distinta, y la lluvia nos impidió salir. Pero la lluvia no pudo apagar el calor de un barrio entero abrazando a su Cofradía del Silencio, que incluso sin procesión, sus titulares no estuvieron solos. Mucho ánimo a todos los hermanos de la Cofradía.


El Miércoles Santo nos llevó hasta Fernán Núñez, donde disfrutamos de unas horas inolvidables junto a Ntra. Sra. del Tránsito. La lluvia nos obligó a recoger el paso antes de lo previsto, pero no pudo borrar la belleza de esos momentos compartidos.


Nuestra banda sonó por vez primera el Jueves Santo en Vélez-Málaga. Allí tuvimos el honor de acompañar a Ntra. Sra. de la Amargura, cuyo imponente trono, llevado por más de 220 hombres y mujeres, nos dejó sin palabras. Agradecemos a la Real Cofradía Gran Poder su cálida acogida y el trato recibido.


El Viernes Santo nos trajo de vuelta a nuestra tierra para vivir una jornada de solemnidad y recogimiento junto al Santo Entierro de Cristo. Con las calles abarrotadas de fieles, nuestra banda interpretó su repertorio más sobrio y elegante, acorde a la idiosincrasia de la procesión. Felicitamos a la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Pozoblanco por su impecable organización.


Y como broche final, el Domingo de Resurrección nos regaló un encuentro especialmente emotivo con nuestra Patrona. Este año, la procesión de Ntra. Sra. de Luna brilló con luz propia, cargada de significado al ser el último acompañamiento antes de su coronación canónica prevista para finales de año. Fue un honor acompañarla por las calles de Pozoblanco, donde la fe y la tradición se funden en un abrazo. Esta jornada tuvo un dulce sabor a reencuentro, ya que tras las inclemencias del pasado año que nos impidieron salir y los malos augurios para el día de hoy, por fin vimos a la Virgen cruzar de nuevo entre su gente, recibiendo el cariño de los pozoalbenses bajo un cielo que respetó en todo momento. Fue la culminación perfecta y justa para una Semana Santa que tanto habíamos esperado. Resucitado Pozoblanco


Por supuesto también queremos dar las gracias.

A nuestro director musical, Francisco Moyano, por guiar con esfuerzo y paciencia a este grupo de más de 120 músicos, no es tarea fácil dirigir a un grupo tan grande en una semana llena de desafíos y emociones como la Semana Santa. A nuestra junta directiva, por su trabajo incansable y su apoyo en cada detalle. Al Excmo. Ayuntamiento de Pozoblanco y a nuestro siempre presente concejal de banda Santiago Cabello, por ser pilares fundamentales en cada paso que damos.


A vosotros, el público, que llenáis las calles de aplausos y nos regaláis esa complicidad que convierte la música en algo mágico. A todas las Cofradías y Hermandades que han confiado en nosotros para acompañar a sus titulares, es un honor compartir vuestra fe.


Pero hoy, la gratitud más profunda es para nuestros músicos. Sois el alma de esta banda, el esfuerzo hecho notas, la entrega que no conoce horarios. Y todas esas familias y acompañantes, esos hilos invisibles que tejen la paciencia y el apoyo tras cada ensayo, cada madrugón, cada procesión. Porque esta Semana Santa, como todas, se escribió con vuestras manos. Y eso no tiene precio. GRACIAS.


Sin embargo, no todo han sido luces; y por desgracia también hay sombras que no podemos ignorar. Esta Semana Santa ha dejado claro que persisten actitudes incívicas y las faltas de respeto hacia las bandas. Es importante recordar que todos los músicos de nuestra banda forman parte de cada cortejo procesional. Lamentablemente, durante estos días, varios de nuestros músicos han sufrido empujones, faltas de respeto e incluso amenazas, que no han llegado a más por la mediación e intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No pedimos privilegios, solo lo básico: respeto hacia nuestro trabajo y dedicación.